Antes de que sean sustiuidas por otros recuerdos, anotamos algunas cosas acerca de Sofía que nos gustará volver a repasar dentro de un tiempo:
- El agua del grifo es excepcional. La mejor que recordamos. Teniendo en cuenta lo complicado que es que no te endosen ese maléfico bebedizo que es el agua con un poquito de gas que para media Europa es el agua sin gas, es una gran venjata. Tap water, sin lugar a equívocos. Si será buena que es hasta energética, como puede verse en esta foto:
- Sofía esta a los pies de una cadena montañosa de unos 2.500 m (El Vitosha es la cima característica, y está en el escudo de la ciudad). Su altitud es de 560. Así que en eso tiene un aire a Madrid: en una planicie sin restricciones para crecer, pero con la sierra al fondo. Aquí mucho más próxima, eso sí.
- Los taxis son amarillos y hay miles. Se utilizan intensivamente, y se paran levantando la mano, no es imprescidible buscar una parada.
- La presencia española es obviamente imperceptible. Sin emabargo a veces salta la liebre, como en la carnicería del mercado central (a la derecha, en rojo):
- El tráfico es tremendo. Miles de coches por todas partes, sobre todo por avenidas muy amplias sin señalización de carriles, con el que el número de estos es variable y depende del grado de "arrime" de los conductores en cada punto. La vía de salida hacia el sur es una de estas avendidas de muchos kilómetros con... adoquines.
sábado, 9 de agosto de 2008
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