Para llegar hasta el templo de Apolo Epicúreo hay que echarle ganas… En medio de la nada, en la cumbre de una cordillera de paisaje semilunar, este templo es uno de los mejores conservados de Grecia. No debieron llegar a estas zonas tan remotas e inaccesibles los mandatos de Teodosío de destrucción de todos los centros de culto paganos.
El templo fue construido por los habitantes de una población, iba a decir cercana, por la protección de Apolo ante una epidemia. Está protegido por una carpa para evitar los brutales cambios de temperatura y la lluvia que afectaba a su cimentación.
En él se encuentra la primera columna corintia de la que se tiene noticia. Los espacios interiores están casi intactos, y esto ayuda a tener una visión más clara de cómo eran verdaderamente estos templos.
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