sábado, 16 de agosto de 2008

Conduciendo en Grecia



Ya nos gustaría tener un poco más de tiempo para contar algunas cosas más de nuestro viaje, porque últimamente sólo hablamos de monumentos, ruinas y museos (es que hay tantos…). A ver si sacamos un rato de cuando en cuando para otros aspectos más cotidianos, que aunque no lo parezca consumen también una buena parte de nuestro tiempo…

Sobre la conducción en Grecia, varias cosas curiosas:

- Aquí se conduce rápido, siempre. Esto quiere decir que los límites de velocidad son ignorados sistemáticamente. Cierto es que son poco realistas en muchas ocasiones, pero se ve que es porque el que las coloca sabe que serán pasadas por alto…

- Se circula habitualmente por el arcén. Esto permite que te adelanten por el carril “normal”, invadiendo sólo levemente el contrario. Esta maniobra es constante. Cuando se producen simultáneamente dos en sentidos opuestos comprendes lo que sentían los caballeros medievales en las justas…

- Con estas premisas se deriva que no se forman las típicas retahílas de coches detrás de un vehículo lento. También se derivan las cifras de siniestralidad, las más altas de Europa…

- Las carreteras son bastante buenas: autopistas cerca de las ciudades principales de tres carriles, autopistas más alejadas de dos pero en muy buen estado. Las secundarias en general también son anchas y con buen pavimento, aunque eso sí, plagadas de curvas, al ser el terreno muy accidentado en todo el interior. Lo peor es que las rutas principales en autopista están interrumpidas cada cierto tiempo por tramos largos de carretera convencional.

- La forma de conducción no es agresiva en absoluto: aunque se circula deprisa, la universalmente aceptada norma de apartarse al arcén cuando vas más despacio hace que cada uno lleve su ritmo sin mayores presiones.

- La policía participa de forma activa o pasiva de las anteriores situaciones, con lo que suponemos que al menos el tema de la circulación por el arcén y los adelantamientos que conlleva son “legales”…

- Hay centenares de gasolineras por todas partes (en las autopistas menos). Muchas de ellas agrupadas en tramos de un par de kilómetros. En general siguen la regla de aumento de precio según avanzas (las diferencias tampoco son muy grandes). Muchas están cerradas los días de fiesta, por la tarde… Pero no hay problema, hay tantas que acabas encontrando alguna abierta. El primer día entramos en cuatro cerradas, y nos agobiamos un poco, pensando que todas lo estarían. La quinta, la sexta, la séptima en el mismo kilómetro estaban abiertas…

- Las autopistas son de peaje. Pero no es muy caro. En general cada vez que pagas son unos dos euros. En un trayecto de 70/80 kilómetros es lo normal. Cuando hicimos el viaje Salónica-Atenas acabaríamos pagando unos diez/doce euros para quinientos kilómetros.

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