miércoles, 13 de agosto de 2008
Nauplia
La ciudad de Nauplio es una auténtica sorpresa en estas tierras. Su trazado veneciano, las calles de mármol y las fortalezas que la protegen son típicamente adriáticas. Nos han recordado vivamente ciudades croatas como Trogir.
Tuvimos suerte al dar aquí a la hora de comer: un buen refugio contra el calor, a lado del mar, con calles estrechas y sombreadas y una oferta culinaria interesante. Y con pocos turistas, que debían haberse embutido en sus autocares a la salida de Micenas…
Es una ciudad elegante y llena de anticuarios y tiendas de artesanía. El prolongado dominio veneciano se aprecia en muchos detalles, pero también el otomano, en algunas fuentes:
Nauplio fue la primera capital de la Grecia moderna durante cinco años, aunque el asesinato en ella del primer presidente griego le arrebató tal privilegio.
Mención aparte merecen las fortalezas que la vigilan. Una en el mar, frente al puerto, la veneciana de Bourtzi, que parece ser era la morada del verdugo local, suponemos que para protegerle de venganzas…
Otra, más antigua, la de Acronauplia, encima del casco antiguo. Asentamiento de la acrópolis en época clásica, a día de hoy no tiene más que algún hotel y unas vistas estupendas.
Y más arriba, Palamides, nada menos que un conjunto de siete fortificaciones venecianas que dominan todo el paisaje. Se pueden ver los leones de San Marcos en sus puertas y toda ella es un sinfín de murallas, torreones, pasadizos, patios…
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