sábado, 30 de agosto de 2008

Cuestiones cotidianas...

Juntamos aquí nuestros comentarios de cosas sueltas, pero cotidianas e interesantes. Si nos vamos acordando de más cosas las subimos.

PUESTOS DE FRUTAS

Tanto en Grecia como en Bulgaria hemos ido encontrando puestos de fruta y verdura en los arcenes o laterales de casi todas las carreteras. Cuando no estaban ocupados parecían unos palotes con techumbre por los que acabara de pasar un huracán, pero cuando contenían sus productos te dabas cuenta de que eran de uso reciente.

Lo habitual era encontrar exclusivamente fruta de temporada: sandía, melón, melocotón y uvas. También había higos (más bien brevas). Lo cual se justifica por la dificultad del transporte de mercancías en general.



Las sandías griegas son brutales, además están buenas. Debe ser el postre nacional en un país poco adicto a postres. En muchos restaurantes la ofrecían de forma gratuita incluso después de haber pagado.



Otro remedio eminentemente griego para sobrellevar los calores es el café "frappé", que no hace falta describir.




EL AGUA EN LAS COMIDAS

El agua del grifo ha sido buena (de sabor) en todas partes, en algunos sitios excelente (sanitariamente no sabemos ni queremos saber). Es curioso que en un país que sufre unas temperaturas extremas en verano no parezca tener ningún problema de recursos hídricos. Hay muchísimas fuentes públicas sin grifo, corriendo sin cesar.

Además, a las puertas de casi todos los monumentos o sitios públicos había fuentes de agua refrigerada gratuíta.

Lo habitual, al sentarse a la mesa, era ser recibidos con una jarra de agua fresca antes de pedir nada. Los griegos son amables, en general.


BOMBEROS

En las azoteas de las casas es habitual encontrar paneles solares y depósitos de agua, suponemos que el agua se calienta simplemente por insolación.

El cuerpo de bomberos no estaba de vacaciones, numerosos retenes se veían volver al final del día a sus parques. También eran numerosas las torres de vigilancia. Este año no parece que haya habido una ola de incencios, lo cual no se explica después de nuestra visita, nosotros que no solemos perdernos ni una ... Habrá sido sompensado con la guerra en la costa opuesta del mar Negro.

LA FAUNA





Sin ánimo de ser exhaustivos, opinamos que lo que más abunda en Grecia son las chicharras (por el ruido que hacen) y los perros vagabundos, esto último también era muy habitual en Bulgaria, tanto en las ciudades como en las zonas rurales.
¡ATENCIÓN! Si al salir del coche no se escucha el ruido de las chicharras, podemos estar hablando de temperaturas no compatibles con la vida, ¡vuelva a su vehículo!



Al menos hay un escorpión, pero ya lo matamos nosotros, no sin antes asustarlo y dar un brinco antes sus narices al encontrarlo dentro de una bañera a punto de ser utilizada.




ALFABETO





En la cuna del "alfabeto" no se entiende gran cosa, nos hemos acordado de nuestras clases de matemáticas y física y hemos ido recordando casi todas las grafías mayúsculas y minúsculas. Eran de agradecer las traduccónes al inglés en las carreteras principales y en los lugares singulares.

Del cirílico mejor no hablar, Jose lo leía de corrido, pero traducirlo, lo justo.


LUGARES DE CULTO



Las iglesias son pequeñas y hay muchas, suelen estar abiertas. Los creyentes encienden una velita al entar, que se puede traer de casa, pero en todos los templos las hay de diferentes tamaños y precios. Las velas se clavan en unos areneros, es habitual que haya campanas extractoras. Se santiguan de forma parecida a los católicos y se lanzan a besar iconos de su devoción que se limpian con fruicción, sobre todo en las iglesias grandes.



En Grecia, todas unen las banderas nacional y la del Imperio Bizantino.

En algunas iglesias y monasterios se ponían un poco tontos con los requisitos de la vestimenta, en algunos proporcionaban una especie de mandiles para cubrirse las piernas y los hombros, si se llevaban al aire. El colmo fue en un monasterio donde las mujeres debían ponérselo aún llevando pantalones largos !!!

Puede que no tengamos grandes diferencias teológicaas con los cristianos ortodoxos, pero nos separan unos cuantos concilios.

FOLCLORE



Lo más cercano al folclore que hemos podido palpar es la música de la radio, donde tanto los grandes éxitos del verano como los clásicos de toda la vida tienen un inconfundible aroma turco. Muchas canciones de hecho parecen completamente turcas, y el timbre de voz y los instrumentos tradicionales ayudan a esa semejanza.

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